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Creo que mi hijo "mete un ojo". ¿Es normal?




Esta es una consulta también muy recurrente. Con frecuencia los padres, nos explican que notan que su hijo "mete un ojo". ¿Deben preocuparse?

El estrabismo del lactante incluye aquellos casos que aparecen en los primeros seis meses de vida frente a los adquiridos que son los que aparecen posteriormente.

En los primeros meses de vida, el sistema visual del bebé se encuentra aún en desarrollo o en fase de maduración, con lo que es frecuente que observemos como de forma intermitente, presentan desviación de uno o de los dos ojos bien hacia fuera (divergencia) o con más frecuencia hacia dentro (convergencia)

Esta circunstancia, es normal y en la gran mayoría de los casos, antes de los 6 meses de edad, los lactantes, consiguen una correcta alineación de los ojos.

Es también muy frecuente lo que se denominan pseudoestrabismo (sería la falsa sensación de que "mete un ojo"). Estos están provocados habitualmente por la configuración de la raiz nasal y la presencia de un pliegue en el canto interno del ojo denominado epicantus y no tiene significado patológico


A la hora de determinar si un estrabismo puede tener relevancia, hay que tener en cuenta ciertos factores que pueden ser "de riesgo" para que ese estrabismo sea real y/o permanente. Entre estos factores, encontramos la prematuridad, presencia de enfermedad neurológica u oftalmológica (cataratas congénitas, glaucoma congénito,...) y la existencia de antecedentes familiares de estrabismo. En casos de aparición tardía o súbita en niños mayores, es conveniente consultar de forma urgente ya que pueden traducir procesos graves

Durante las consultas de control pediátrico, es importante comprobar como el niño va adquiriendo la fijación ocular a partir del mes de vida y la persecución de objetos en movimiento en torno a los 3 meses. En aquellos casos en los que no comprobemos lo anterior o en aquellos que persisten más allá de los 4-6 meses, es aconsejable solicitar una valoración oftalmológica.

En cuanto al tratamiento, dependerá de la edad y de la causa. En ocasiones hay que recurrir a la oclusión ocular, corrección de los defectos de refracción (Miopia, hipermetropia,...) o puede emplearse la toxina botulínica para conseguir una correcta alineación ocular


Por tanto, aunque muchos niños van a presentar un estrabismo en los primeros meses de vida que va a desaparecer progresivamente, debemos estar alerta sobre los factores de riesgo que existen y vigilar estrechamente su evolución ya que en casos persistentes que no son tratados, pueden derivar en una ambliopia ("ojo vago") con la consiguiente pérdida de visión del ojo

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